[3min read]

Esta es una pregunta para reflexionar. Pues el hecho de que las redes sociales den la apariencia de que siempre estamos felices, no quiere decir que en realidad lo estamos. Sin embargo, sí podemos controlar nuestra actitud, y poner en práctica nuestra capacidad para ser positivos y alegres.

El factor más importante debe ser:

Dejar algo bueno a donde quiera que vayas, y con quien sea que te topes por la vida.

1. Intenta mantenerte en tiempo presente. 

Cuando no estás en el momento, no disfrutas la vida con la misma intensidad; te pierdes de cosas que están sucediendo alrededor que vale la pena mirar, escuchar o sentir. Si de pronto te cuesta entender este concepto, o te preguntas cómo hacerlo, intenta lo siguiente: detente un momento, y mira todo lo que tienes a tu alrededor (el cielo, los árboles, los autos… si estás adentro mira las paredes, el techo, la gente) y asimila el espacio físico en el que estás. No pongas tu atención en un lugar o una situación en la que NO te encuentras. Siente tu cuerpo, la temperatura, el sonido, el color de las cosas que estás viendo. En otras palabras, identifica muy bien todo lo tus sentidos perciben en ESTE momento.

2. Aliméntate sanamente.

Lo que le das a tu cuerpo contribuye 100% a tu autoestima. Evita comer aquello que sabes que no te hace bien, toma vitaminas, come en horarios razonables, y date espacio para disfrutar ese momento con tu cuerpo; te sentirás en equilibrio, y tu cuerpo tendrá más disposición para acompañarte a recorrer tus aventuras. Recuerda que tu cuerpo es quien aguanta lo que sea que a ti se te ocurra, entonces hay que mantenerlo en bienestar.

3. Evita las drogas.

En serio. De cualquier tipo. Incluyendo el alcohol. Eso no quiere decir que si estás celebrando, no te puedas tomar unos tequilas, (tampoco hay que satanizar), pero cada vez las drogas se usan más y es una realidad que la gente se transforma cuando está bajo su influencia. No hay nada como estar en tus cinco sentidos y celebrar la vida en ese estado. Despierto y consciente de todo. Que no te intimide decir que no cuando te lo ofrezcan, y si la gente te juzga, es su problema, no el tuyo.

4. Fíjate mucho en la gente que dejas entrar a tu vida.

El famoso dicho “Dime con quién andas y te diré quien eres” es un poco drástico pero lleva consigo mucha verdad. Y es porque uno naturalmente se siente cómodo con la gente que ve la vida parecida a como uno mismo la ve. Por ejemplo: si eres promiscuo, probablemente no querrás irte de fiesta con tu amigo que está casado y respeta a su esposa. Si te interesa irte a un retiro espiritual, no vas a invitar a tu amiga que se la vive en los antros. El punto es, que es muy importante rodearte de gente que vibra en una frecuencia parecida a la tuya. Aunque hay que ser tolerantes y respetar otras formas de pensar, nuestro núcleo más cercano tiene que ser lo mas afín posible a nuestro sentir. Rodéate de gente en la que confías bajo cualquier circunstancia y tendrás paz. Esa paz ayudará a tu auto-determinismo y te dará mayor control sobre los tres puntos anteriores.

5. Invierte tu tiempo en cosas que te den felicidad.

¡Pero hazlo con más frecuencia! Escucha música, toma clases, monta a caballo, baila, ve a la playa, haz ejercicio, convive con tu mascota, conduce tu auto y mira edificios, descubre nuevos lugares, etc. Incluye todas esas cosas que disfrutas a tu dinámica de vida, porque es muy fácil pasar mucho tiempo sin hacer lo que te gusta y eso bajonea a cualquiera. Además de tus actividades de trabajo, dedica tiempo para hacer cosas que te traigan felicidad.

6. Cuida tus acciones.

Esa es en sí la acción más importante de este texto. Cuidar tus acciones significa saber las consecuencias de lo que haces. Mucha gente deja pasar demasiado tiempo sin aprender que lo que haces o evitas hacer, tiene siempre consecuencias y esas consecuencias son las que uno debe tomar en cuenta. Y no pierdas tiempo juzgando a los demás, porque lo que está bien para ti, no necesariamente esta bien para otros. No estamos tratando de estar todos de acuerdo. El acuerdo más importante que tienes es contigo mismo. 

Al final de esta historia, lo único que estamos haciendo es intentar aprender, ¿no? Así que aprovecha esos momentos que te regala la vida para convertirte en una mejor versión de ti mismo.